Guillermo Ochoa es humano.
El arquero mexicano, quien viene de pasar semanas de ensueño gracias a sus grandes actuaciones con el Salernitana, esta vez tuvo que bajar la cabeza al permitir el gol con el que Fiorentina empató el duelo ante la escuadra de Salerno.
El arquero mexicano había tenido una tarde muy tranquila en el Stadio Arechi, pero eso terminó al minuto 35, cuando el argentino Nicolás González le hizo pasar un trago amargo en su propia área.
Salernitana sufrió por el costado derecho y permitió que Dodó sacara un centro que nadie fue capaz de cortar. El balón se paseó directo por la zona donde estaba González, quien se le anticipó a la zaga local y venció a Ochoa con un frentazo potente.
El arquero mexicano nada pudo hacer para evitar el tanto del argentino, pues Nico le remató prácticamente en su área chica, por lo que Ochoa no tuvo posibilidad de estirarse para evitar que el balón terminara en las redes.
Ochoa no hizo más que llevarse las manos a la cabeza y lamentar el remate del delantero de la Fiorentina, aunque para su buena suerte, sólo significaba el empate 1-1 momentáneo, tras el tanto de Boulayer Dia para adelantar a Salernitana al 10′,
De hecho, el propio Dia le devolvió la ventaja a los locales en el 56′, pero nuevamente Fiorentina igualó con un tanto de Jonathan Ikoné al 71′, en una jugada donde el mexicano poco pudo hacer.
El partido no bajo su ritmo, Dia hizo nuevamente de las suyas para marcar el 3-2 con un penal al 81′ que parecía darle el triunfo a la Fiorentina, aunque el gusto les duró casi nada ya que Cristiano Biraghi empató el partido con un tiro libre al 84′, para el 3-3 final.
Con este resultado, Salernitana se mantiene lejos de la zona de descenso en la Serie A, con 35 puntos.