Gerardo Arteaga, lateral por izquierda del KRC Genk, habló por primera vez de su decisión de no ir a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, mismos donde la Selección Mexicana obtuvo la medalla de bronce.
Cuando parecía que ex jugador del Santos Laguna sería una de las piezas clave en el esquema de Jaime ‘Jimmy’ Lozano en la justa olímpica, de último momento se dio a conocer que el defensa no asistiría.
En su momento, se habló de que el lateral decidió no acudir a Tokyo para adaptarse de mejor manera a su equipo en el Viejo Continente; sin embargo, el mismo futbolista mencionó que tomó dicha decisión porque se encontraba en depresión.
‘Me agarré los huevos y dije que no’, expresó Gerardo Arteaga tras rechazar ir a Tokyo 2020 por depresión
En entrevista para el podcast Muy Fuera de Lugar, de Werevertumorro, el lateral del KRC Genk dijo que su llegada a Bélgica fue complicada ya que no tenía a nadie con quién convivir.
“Estuve siete meses acá solo, vino mi novia (...) se estuvo tres meses, se regresó y me volví a quedar solo. (...) Entré en depresión (...) ni siquiera dormía en mi cuarto, dormía en la sala con la tele prendida. Llegaba de entrenar, me sentaba en el sillón y no comía ni cenaba”, afirmó el futbolista mexicano.
Luego de entrar en desesperación al no poder ver a su familia en México, Arteaga tomó la decisión de no ir a los Juegos Olímpicos para priorizar su salud mental: explicó que no estaba al 100 por ciento ‘de su cabeza’ y prefirió hacerse a un lado del cuadro tricolor para ver a sus padres en Guadalajara.
“Buscamos varias soluciones: lo hablé con ‘Jimmy’ para ver si había la opción de a lo mejor ir unos días a mi casa, pero decían que no se podía. O vas o no vas, pues me agarré los huevos y no voy”, afirmó Arteaga.
‘Sabía que si iba, no iba a estar al 100 por ciento de mi cabeza’, mencionó Arteaga
Asimismo, el lateral mexicano mencionó que prefirió ceder el lugar a alguien más con tal de no afectar el rendimiento de su equipo en los Juegos Olímpicos.
“Voy, no voy al 100 y luego me va de la chingada y me termino todavía de hundir más (...) La pensé muchísimo, porque yo tenía ganas, pero no estaba muy bien de mi cabeza para irme a encerrar allá sin ver a mi familia”.
